El secreto del Mamberry se
esconde en los compuestos que lo componen, que se encuentran en el mismo en la
cantidad adecuada y exacta, provocando unos beneficios realmente
extraordinarios.
Lo que se persigue es la
acción conjunta de sus componentes (o sinergia), provocando un efecto superior
a si actuaran por separado.
El Mamberry se compone de
Mangostán (o Garcinia Mangostana), Gogi (o Lycium Barbarum), Vitamina C pura y
Oligofructosa (o Inulina). Vamos a ver más detalladamente los dos primeros.
El Mangostán está
compuesto principalmente por las Xantonas. Éstas son moléculas que contituyen
grupos biológicamente activos con grandes efectos antioxidantes. Y el Gogi está
compuesto por polisacáridos, cuyos efectos son proinmunitarios y antioxidantes.
Mamberry también incluye
otros principios activos, tales como los carotenos, el sitosterol
(antiinflamatorio), ácido linoleico (ácido graso beneficioso para el sistema
cardiovascular), vitaminas C, B1, B2 y E, etc.
A continuación se comentan
las principales virtudes del Mangostán, del Gogi, de la Vitamina C y de la
Inulina.
- Potenciador del sistema inmune
Como se puede ver en diversos estudios, las Xantonas
del Mangostán impiden la modificación oxidativa del colesterol LDL (o colesterol
“malo”), la cual se ha podido comprobar que tiene papel muy importante en la
arteriosclerosis, en las enfermedades cardiovasculares y en otras enfermedades
crónicas.
- Coadyuvante protector cardiovascular
Casi todos, pero no
todos, los radicales libres son nocivos. Las células pertenecientes al sistema
inmune originan radicales libres para combatir virus y bacterias. Pero si no se
controla, se pueden dañar las células sanas. Esto lo hacen los antioxidantes.
Es por ésto que los
componentes antioxidantes fortalecen el sistema inmune, incrementando su
efectividad contra los patógenos y apoyándolo en sus acciones. Esto hace que
aumente la protección del organismo, ya que aumentan sus defensas naturales.
Además, el Gogi
contiene un alto porcentaje de polisacáridos, constituidos por enormes
moléculas de azúcares de cadena larga. De éstos se nutren los macrófagos o
glóbulos blancos en la pared vascular, estimulando el sistema inmune. Así se
logra potenciar la inmunidad.
Numerosas pruebas clínicas han validado estos resultados. De igual
manera, se ha podido comprobar que la tasa de transformación de linfocitos como
la cantidad de glóbulos blancos (marcadores de sistema inmune) aumentan con el
Lycium Barbarum. También posee acciones antivirales, como se ha podido
comprobar en otros estudios.